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Sensores para el futuro: centros de Micro-Fulfillment

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La logística de la distribución en los comercios minoristas de alimentación está cambiando: los centros de Micro-Fulfillment (MFC por sus siglas en inglés) están en auge para responder a los retos del comercio online para gestionar los pedidos cerca del cliente.

Sensores para el futuro: centros de Micro-Fulfillment

Así, según Matthias Göhner, Global Industry Manager Intralogistics en Leuze electronic, esto plantea nuevas exigencias a los sensores necesarios.

Un centro de Micro-Fulfillment (MFC, por sus siglas en inglés) es un almacén muy flexible y automatizado para la gestión de pedidos, que se encuentra a corta distancia del cliente.

Más ventas en el futuro

Los pedidos de alimentos online siguen siendo poco habituales en Europa, donde la cuota de mercado de los supermercados online es del 2,5% según la empresa analista de mercados IDG Europe.

En EE.UU. la cuota es del 3,4%, mientras que en la región de Asia-Pacífico ya llega al 7,5%, y la tendencia va aumentando: expertos prevén que los clientes realizarán alrededor del 20% de sus compras en supermercados a través de internet en 2030.

Esto se debe, por un lado, al creciente número de comercios de alimentación que ofrecen pedidos online y servicios de entrega a domicilio, por lo que compiten con las tiendas físicas. Otro factor son las mega tendencias, como la digitalización, que influyen cada vez más en el comercio y la sociedad.

Productos frescos a un solo clic

Los comercios que quieran seguir siendo competitivos deben responder a estas tendencias tarde o temprano. Aquellos que ofrezcan a sus clientes la posibilidad de comprar productos online, incluidos alimentos frescos, se enfrentan a ciertos retos:  

  • Tiempos de entrega cortos:  El sector gastronómico y los servicios de entrega establecen un punto de referencia, ya que en algunos casos ofrecen la entrega en menos de una hora.   
  • Entrega directa del almacén al cliente: Las rutas de entrega al cliente deben ser directas, cortas y eficientes para que los productos se mantengan frescos y los costes de transporte sean bajos.   
  • Reducción de los costes del personal: La gestión de los pedidos se debe automatizar, debido a que el procesamiento manual no resulta rentable.   
  • Alta disponibilidad: Los productos deseados han de estar siempre disponibles en la tienda online. En caso contrario, los clientes pasan rápidamente a la competencia con un solo click.

Almacenes flexibles

Para cumplir estos requisitos, los proveedores deben controlar sus cadenas de suministro y los pedidos se deben gestionar cerca del cliente. Una solución para estos desafíos son los MFC (centros de Micro-Fulfillment), unos almacenes muy flexibles y automatizados destinados a la gestión de pedidos que se encuentran a corta distancia del cliente. Lo ideal sería que se ubicaran en el mismo edificio que el supermercado.

Esto permite incorporarlos a un modelo híbrido y, por tanto, sumar las ventajas de una tienda online y un supermercado: el área del MFC o «dark store» se puede instalar en la parte trasera del edificio. Aquí se almacenan los productos y, cuando es necesario, se ponen a disposición del servicio de entrega de forma totalmente automática. La parte delantera del edificio sigue siendo un supermercado convencional.

Además, los clientes tienen la posibilidad de realizar pedidos online y recogerlos en el supermercado, en cuyo caso los empleados seleccionan los productos y se los entregan al cliente en un punto de recogida. El almacén correspondiente abastece tanto al supermercado como al MFC como almacén adicional.

Sensores para el futuro: centros de Micro-Fulfillment
El modelo híbrido: MFC y supermercado con puntos de recogida en un solo edificio.

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